Sigmund FREUD (1905)
Le mot d’esprit
et ses rapports avec l’inconscient
Der Witz und seine Beziehung zum
Unbewussten
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Sigmund FREUD (1905)
El chiste y su relación con lo inconciente.
Der Witz und seine Beziehung zum
Unbewussten
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Site web: Une édition électronique
réalisée à partir du livre de Sigmund Freud, Le mot d'esprit et ses rapports avec l'inconscient (1905). Traduit de l'allemand
par Marie Bonaparte et le Dr. M. Nathan en 1930. Paris: Gallimard, 1930.
Réimpression: Gallimard, 1971, 378 pp. Collection idées, nrf, n˚ 198.
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TOPSYLAC: editado desde el texto de la Standart
Edition. Obras
Completas de Sigmund Freud. Ordenamiento de James Strachey
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Table des
matières
Introduction.
A. PARTIE
ANALYTIQUE :
i. Technique du
mot d'esprit.
ii. Les
tendances de l'esprit.
B. PARTIE
SYNTHÉTIQUE :
iii. Le
mécanisme du plaisir et la psychogenèse de l'esprit.
iv. Les mobiles
de l'esprit. L'esprit en tant que processus social.
C. PARTIE
THÉORIQUE :
v. Les rapports
de l'esprit avec le rêve et l'inconscient.
vi. L'esprit et
les variétés du comique.
APPENDICE :
L'HUMOUR
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Índice
de temas
Introducción.
A. PARTE
ANALÍTICA :
i. La técnica del chiste.
ii. Las
tendencias del chiste.
B.
PARTE SINTÉTICA:
iii. El
mecanismo del placer y la psicogénesis del chiste.
iv. Los
motivos del chiste. El chiste como proceso social.
C. PARTE
TEÓRICA:
v. El
vínculo del chiste con el sueño y lo inconsciente.
vi. El
chiste y las variedades de lo cómico.
APÉNDICE: Los acertijos de Franz Brentano.
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Sigmund Freud :
Le mot d'esprit et ses rapports avec
l'inconscient
Freud examine dans cette étude
l'humour et ses rapports avec l'inconscient De nombreuses théories ont
été suggérées sur l'humour et le
rire : comme toujours, le père de la psychanalyse renouvelle entièrement
le sujet. Il arrive à la conclusion que « l'humour est la contribution
apportée au comique par l'intermédiaire du surmoi », au terme d'un de
ses essais brillants, amusants et en même temps profonds dont il a le secret.
Sigmund Freud
Le professeur Freud a bien voulu revoir lui-même cette traduction
française.
Freud en 1905
notas Freud:
nota 1:
En una comunicación privada, jones atribuyó esta afirmación al propio Freud.
nota 2:
En la presente edición se han numerado, para facilitar las referencias, las secciones en que dividió el autor los capítulos largos
nota 3:
Constituye una pequefia excepción el párrafo dedicado a los chistes eróticos en la carta abierta al doctor F. S. Krauss (Freud, 19101» AE, 11, pág. 233.
nota 4:
{Las siguientes consideraciones de la edición ingIcsa valen tam bién para la presente versión castellana.}
notas TOPSY
Nota 1.
mientras encontramos esta cita en Freud, tengamos en cuenta:
1. lo que Lacan manifiesta en su seminario de las formaciones de lo inconsciente, clase 7, 18-XII-1957 donde además hace un ampli desarrollo sobre este tema:
" la risa toca a todo lo que es imitación, doblaje, fenómeno de sosías, máscara, y, si miramos de más cerca, no solamente al fenómeno de la máscara, sino también al del desenmascaramiento, y esto según momentos que merecen que uno se detenga en ellos."
2. lo que Freud mismo concluye al final de este texto:
"Hemos llegado al final de nuestra tarea, tras reconducir el mecanismo del placer humorístico a una fórmula análoga a las del placer cómico y del chiste. El placer del chiste nos pareció surgir de un gasto de inhibición ahorrado; el de la comicidad, de un gasto de representación (investidura) ahorrado, y el del humor, de un gasto de sentimiento ahorrado. En esas tres modalidades de trabajo de nuestro aparato anímico, el placer proviene de un ahorro; las tres coinciden en recuperar desde la actividad anímica un placer que, en verdad, sólo se ha perdido por el propio desarrollo de esa actividad. En efecto, la euforia que aspiramos a alcanzar por estos caminos no es otra cosa que el talante de una época de la vida en que solíamos arrostrar nuestro trabajo psíquico en general con escaso gasto: el talante de nuestra infancia, en la que no teníamos noticia de lo cómico, no éramos capaces de chiste y no nos hacía falta el humor para sentirnos dichosos en la vida."
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Introducción de James Strachey
Al examinar las relaciones entre
los chistes y los sueños, Freud menciona una «ocasión subjetiva que me llevó
a considerar el problema del chiste». Dicho brevemente, esa ocasión fue la
queja de Wilhelm Fliess, mientras leía las pruebas de imprenta de La interpretación de los sueños en 1899, en cuanto a que en los sueños
consignados abundaban demasiado los chistes. Freud ya se había referido a
este episodio en una nota al pie de la primera edición del libro (1900a), AE,
4, págs. 304-5; hoy estamos en condiciones de establecer la fecha exacta en
que ocurrió, pues contamos con la carta en que Freud respondió a la queja de
Fliess. Fue escrita el 11 de setiembre de 1899 en Berchtesgaden, donde daba
los toques finales a la obra, y en ella Freud le anuncia que tratará de
añadir una explicación acerca de la curiosa presencia, en los sueños, de lo
que semejan ser chistes (Freud, 1950a, Carta 118).
Sin duda, este episodio llevó a
Freud a prestar mayor atención al tema; pero probablemente no fue el origen
de su interés por él. Hay amplias pruebas de que venía meditándolo desde
varios años atrás. Lo muestra el propio hecho de que tuviera pronta una
respuesta para la crítica de Fliess, y lo confirma la referencia al mecanismo
de los efectos «cómicos» (nota topsy 1), que aparece más adelante en La interpretación de
los sueños (AE, 5, pág. 594) y anticipa uno de los puntos principales del
capítulo final de la presente obra. Ahora bien, como era inevitable, tan
pronto comenzó Freud su íntima investigación de los sueños, le resultó
llamativa la frecuencia con que estructuras similares a las de los chistes
aparecían figuradas en ellos o en las asociaciones a que daban lugar. La
interpretación de los sueños está lleno de ejemplos en tal sentido, aunque
quizás el más antiguo registrado sea el sueño «ingenioso» de Cácilie M. sobre
el cual informa una nota al pie del historial de Elisabeth von R., en Estudios
sobre la histeria (1895d), AE, 2, pág. 194.
Con independencia de los sueños,
ciertos datos indican el temprano interés de Freud por los chistes. En una
carta del 12 de junio de 1897 (1950a, Carta 65), tras relatar a Fliess un
chiste sobre dos Schnorrer, le dice: «Te confesaré que en los últimos tiempos
he estado reuniendo una serie de anécdotas judías de profunda significación»;
meses más tarde, el 21 de setiembre, le narra otra historia judía «de mi
colección» (ibid., Carta 69); varias otras aparecen en la correspondencia con
Flíess y en La interpretación de los sueños. (Véase, en particular, su
comentario acerca de estas anécdotas en AE, 4, pág. 209.) Por supuesto, de
esa recopilación extrajo los numerosos ejemplos sobre los cuales se basaron
en tan amplia medida sus doctrinas.
Otra influencia de cierta
importancia en Freud por esa época fue la de Theodor Lípps (1851-1914),
profesor de Munich que escribió sobre psicología y estética y a quien se le
atribuye haber acuñado el término «Einfühlung» {«empatía»]. Probablemente
despertó el interés de Freud por Lipps el trabajo sobre lo inconciente que
este último levó en un congreso de psicología (1897) y que dio pie a tina
larga discusión en el último capítulo de La interpretación de los sueños (AE,
5, págs. 599 y sigs.). Las cartas a Fliess nos anotician de que en agosto y
setiembre de 1898 Freud estaba leyendo un libro anterior de Lipps,
GruncItatsachen des Seclenlebens (Los hechos fundamentales de la vida anímica}
(1883), y de nuevo le impresionaron en esta oportunidad sus acotaciones sobre
lo inconciente (Freud, 1950a, Cartas 94, 95 y 97). Y cuando ese mismo año
apareció otro libro de Lipps, esta vez acerca de un tema más específico,
Komik und Humor (Lo cómico y el humor), le sirvió de estímulo, como nos dice
a comienzos del presente estudio, para embarcarse en él.
Fue en el terreno así abonado
que cayó la semilla del comentario crítico de Fliess, aunque debieron
trascurrir todavía varios años antes de que diera fruto.
A lo largo de 1905, Freud dio a
publicidad tres escritos importantes: el historial clínico de «Dora» (1905e),
los Tres ensayos de teoría sexual (1905d) y este libro sobre el chiste. En
los dos últimos mencionados trabajó de manera simultánea: Ernest Jones (1955,
pág. 13) nos dice que tenía los dos manuscritos en mesas contiguas, y según su
talante del momento escribía en uno u otro. Fueron publicados casi al mismo
tiempo, no se sabe con total certeza cuál de ellos primero. En el código del
editor, los Tres ensayos llevan la cifra 1124 y El chiste la cifra 1128; pero
según Jones esta última era «errónea» (ver nota Freud 1), lo cual implicaría que el orden de
aparición fue el inverso. No obstante, en el mismo pasaje Jones afirma
categóricamente que El chiste «apareció inmediatamente después que el otro
libro». La fecha de publicación tiene que haber sido anterior a los comienzos
de junio, ya que el 4 de ese mes salió tina larga reseña favorable en el
periódico vienés Die Zeit.
La historia ulterior del libro
fue muy distinta que la de los otros trabajos fundamentales de este período.
Tanto La interpretación de los sueños como la Psicopatología de la vida
cotidiana (1901b) y los Tres ensayos fueron ampliados y corregidos en las sucesivas
ediciones a punto tal de tornar casi irreconocible lo que en ellos había de
la edición original: en cambio. al libro sobre el chiste se le hicieron una
media docena de pequeños agregados en la segunda edición, de 1912, y de allí
en adelante no hubo ninguna otra modificación. (ver nota Freud 2)
Es posible que esto se vincule
con el hecho de que el presente libro ocupa, en cierto modo, un lugar aparte
del resto de los escritos de Freud; así parece haber opinado él mismo. Hay en
sus demás obras comparativamente pocas referencias a esta (ver nota Freud 3); en las
Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17) sostiene que «me
distrajo un poco de mi camino» (AE, 15, pág. 215), y en la Presentación
autobiográfica (1925d), AE, 20, pág. 61, afirma en tono levemente peyorativo
que fue una «digresión» respecto de su obra sobre los sueños. Pero, luego de
un intervalo de más de veinte años, retornó imprevistamente el hilo del
asunto en su breve trabajo sobre «El humor» (1927d), donde aplicó, para
arrojar nueva luz sobre un oscuro problema, la concepción estructural de la
psique que había propuesto poco tiempo atrás.
Ernest Jones dice que de todas
las obras de Freud esta es la menos conocida, lo cual es sin duda válido (y
nada tiene de sorprendente) para las personas que no leen en alemán.
«Traduttore-Traditore!». Esta
frase -uno de los chistes que Freud analiza- podría con propiedad figurar
como lema en la portada del presente volumen. Muchas de las obras de Freud
plantean graves dificultades al traductor, pero este es un caso especial.
Aquí, como en La interpretación de los sueños y en Psicopatología de la vida
cotidiana, y quizás en mayor medida, nos enfrentamos con gran número de
ejemplos en que hay un juego de palabras intraducible. Y como en los otros
casos, todo cuanto podemos hacer es explicar la política, bastante
inflexible, que hemos adoptado en esta edición. (ver nota Freud 4) Dos procedimientos
se siguen habitualmente al abordar esos indóciles ejemplos: o se los elimina
de plano, o el traductor los remplaza por otros de su propia invención.
Ninguno de esos procedimientos parece adecuado en una edición que procura
presentar a los lectores el pensamiento de Freud con la máxima exactitud. Nos
hemos debido contentar, entonces, con dar las palabras alemanas problemáticas
en su forma original, explicándolas con la mayor brevedad posible entre
corchetes o en notas al pie. Desde luego, es inevitable que con este método
se pierda el efecto del chiste; pero ha de recordarse que en cualquiera de
los otros dos procedimientos que hemos mencionado queda fuera una porción (y
a veces la más interesante) de las argumentaciones de Freud; y es de presumir
que al lector le importan más estas argumentaciones que una momentánea
diversión.
Este es un libro pleno de un
fascinante material, gran parte del cual no vuelve a aparecer en ningún otro
escrito de Freud. Sus minuciosas descripciones de complicados procesos
psíquicos no tienen parangón fuera de La interpretación de los sueños, y en
verdad son el producto de la misma floración súbita de genio que nos dio
aquella gran obra
James Strachey
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ESPACIO PARA EL ESTUDIO DE LO INCONSCIENTE Y SU TOPOLOGÍA. ESPACE POUR L'ÉTUDE DE CE QUI EST L'INCONSCIENT ET SA TOPOLOGIE