viernes, 31 de mayo de 2013

INDICE TOPSYLAC HASTA MAYO-13

▼  2012 (47)

miércoles, 29 de mayo de 2013

La naturaleza tomada a la letra

Alliage, numéro 37-38, 1998
http://www.tribunes.com/tribune/alliage/37-38/jmll.htm
traducción: Margarita Mosquera 
tel: 2817046 Itagui, Antioquia, Colombia

La naturaleza tomada a la letra

Jean-Marc Lévy-Leblond

"¿Pero qué son esos signos cabalísticos que no dejas de garabatear?", se sorprenden a veces mis amigos al verme hacer  física teórica, lo que consiste, esencialmente, en  escribir, por ejemplo cosas como:


Y es de sorprender más aún que esos signos, tan evidentemente contingentes y culturalmente condicionados, puedan dar cuenta de la realidad física en este caso, de la estructura de los átomos, puesto que e este el papel de esta ecuación llamada de Schrödinger[1].

La física mantiene con la escritura una relación particular. Basta para convencerse de ello con hojear un manual estándar o una revista de investigación donde párrafos escritos en lengua ordinaria (dejemos de lado la jerga profesional) alternan con líneas de símbolos matemáticos  (figura 1[2]). Es entonces por esta relación particular en la matemática que se singulariza la física. Sólo las ciencias de la naturaleza mantienen con la matematización una relación verdaderamente constitutiva, y no únicamente instrumental: las matemáticas son para la física no una simple herramienta sino, la forma misma de su conceptualización. No repetiré aquí la naturaleza de esta especificidad (1), pero querría examinar las cuestiones que ella formula a la textualidad de la ciencia física.

La tipografía del libro de la Naturaleza

Partamos de la muy célebre citación de Galileo, en   El Ensayista (L’essayeur)  (1623):
"La filosofía está escrita en ese libro gigantesco que está continuamente abierto a nuestros ojos (hablo del Universo), pero no se lo puede comprender si primero no se aprende a comprender la lengua y a conocer los caracteres en los cuales está escrito. Está escrito en lenguaje matemático, y los caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas sin las cuales es imposible comprender allí ni una palabra. Desprovistos de estos medios, erramos vanamente en un laberinto oscuro." (2).

La "filosofía" de la que habla Galileo es por supuesto, la "filosofía natural" – que se convertirá en nuestra física. La gran novedad de este texto no reside en la imagen del mundo como libro, que se remonta a la Edad Media y que se encuentra tanto en Montaigne como en Campanella, sino en la idea de los "caracteres matemáticos"; totalmente original, y Galileo se sostiene en ella tan fuertemente que la repite, casi con los mismos términos, en una de sus últimas correspondencias (carta a Fortunio Liceti, enero de 1641). Ahora bien, si a menudo se han señalado los aspectos novedosos y programáticos de la concepción galilea, casi no se ha revelado la paradoja que anuncia. Porque la asimilación de las figuras a los caracteres y de la geometría al lenguaje está, como mínimo, sujeta a caución. Si bien es cierto que los textos de la física del siglo XVII, y los de Galileo en particular, están abundantemente ilustrados con esquemas  geométricos (figura 2[3]), no se podría considerar estos mismos trazados como pertenecientes al texto, ni sus elementos (círculos, triángulos, etc,) como caracteres. Se trata de imágenes abstractas, ciertamente, y no puramente figurativas o representativas, pero que no tienen por sí mismas una función descriptiva, narrativa o argumentativa que permita conferirles un estatuto textual, es decir: no pueden existir sin el texto que, sosteniéndolas, las explicita y les da sentido y que, además, les permite de vuelta, ilustrarlas. De hecho,  simplemente, estas figuras geométricas, de estos textos, no se leen, y, más precisamente; ni se dicen.
Tal va a ser la situación, durante un siglo más o menos, hasta fines del diez y siete. En Newton incluso, en los Principia Mathematica, la física se constituirá en more geométrico, con ayuda de las palabras, apoyada en figuras sin duda, pero no en un “lenguaje matemático” original. Por otra parte ¿cómo,  habría podido ser de otro modo,  si en lo esencial, además de la aritmética, las matemáticas están reducidas aún a la geometría?  No obstante, la geometría misma va progresivamente a algebrizarse, es decir a literalizarse con  Descartes, quien "va a hacer, casi a pesar de él, la primera verdadera demostración de la fuerza de la escritura simbólica" (3) [4]. El final del siglo diez y siete verá la revolución del cálculo infinitesimal (diferencial e integral), con Newton justamente y, sobre todo con Leibniz. Es éste último el que, independientemente de su famosa querella de prioridad con Newton sobre la creación de las nuevas matemáticas, va a desarrollar las notaciones. Leibniz está en el origen de la mayor parte de los símbolos matemáticos que van a permitir una verdadera escritura matemática que es, a la ves, autónoma e integrada a la textualidad de la lengua común (4). Estos símbolos serán a menudo letras del alfabeto, pero dotadas de una significación más amplia que su sólo valor ortográfico, o incluso signos originales, inventados  ad hoc. Desde los años 1700, Varignon  re-escribe los Principia newtonianos con el nuevo formalismo (5)[5]. Les Bernoullis, Euler, d'Alembert, Lagrange, en el curso del siglo, darán los últimos toques a la mutación que va a transformar a los escritos de física, en adelante ya no textos de lengua agujereados por figuras sino series continuas de frases y fórmulas, incluso a escala local, de palabras y signos que, indisolublemente, constituyen el texto (6).[6]
Hecho contra el que se argüiría, que el texto verdadero se limita al encadenamiento normal de palabras de la lengua, y se querría conferir a las líneas de ecuaciones o, a los símbolos aislados que lo escanden, un sólo estatuto ilustrativo, análogo al de las figuras geométricas o a los cuadros numéricos que encontramos igualmente en los artículos o los libros de física, basta con escuchar a un físico leyendo sus páginas en voz alta: en efecto, contrariamente a las figuras o a los cuadros, las ecuaciones se leen, se enuncian oralmente, tal como las frases. El profano apreciará quizá una transcripción fonética a título de ejemplo. Menos banal que la muy célebre fórmula de Einstein, o sea: 

"eu-égale-emme-cé-deux", (e igual eme a la dos) 
Consideremos la ecuación de Schrödinger escrita como apertura y que todo fisco sabrá pronunciar : 

"i-hache-barre/dé-sur-dé-té/de-psi-de-ixe-et-de-té//égale//moins-hache-barre-deux-sur-deux-emme/dé-deux-sur-dé-ixe-deux/plus-dé-deux-sur-dé-igrec-deux-plus/dé-deux-sur-dé-zède-deux/de-psi-de-ixe-et de-té-plus/vé-de-ixe-et-de-té/psi-de-ixe-et-de-té.",



"i-hache-barra/de-sobre-de-te/de-psi-de-equis-y-de-te//igual//menos-hache-barra-dos sobre-dos-eme/de-dos sobre-de- equis -dos/más-de-dos-sobre-de-igriega-dos- más/de-dos-sobre-de-cede-dos/de-psi-de-equis-y de-te-más/ve-de-equis-y-de-te/psi-de-equis-y-de-te.".

Transcripción  que, además de no dar buena cuenta de una prosodia muy particular, merecería que nos detuviéramos en ella.

Así pues, la afirmación galilea vale como una petición de principio que anuncia justamente pero enuncia erróneamente el papel de las matemáticas en la física nueva: en su tiempo, se trata de figuras geométricas pero que no son caracteres; más tarde, tendremos muchos caracteres pero no se tratará ya más de figuras. Es preciso aún intentar aclarar más precisamente la naturaleza de esos nuevos signos.
Cuando Galileo formula su programa, los "caracteres" (geométricos) que convoca pueden ser considerados como  pictogramas representativos de la realidad que designan: triángulos y círculos devuelven directamente a las cosas del mundo y figuran las formas de los objetos sólidos o las trayectorias de los móviles. Pero los caracteres literales o simbólicos de la matemática, que nada tienen de figurativos; abstractos por esencia, incorporan un importante condensado de significaciones y están dotados de un fuerte espesor conceptual. Más aún que de ideogramas es de semagramas de lo que habría que hablar si quisiéramos dar cuenta del rico contenido semántico de los signos. Este aspecto es sin duda más fuerte aún en física matemática que en matemáticas puras, en la medida en que estos símbolos no reenvían solamente a conceptos generales y abstractos (variable, función, etc.) sino a magnitudes físicas específicas y concretas (energía, corriente eléctrica, amplitud cuántica, etc.) desplegando detrás de cada letra o signo una rica red de significaciones. Estos grafismos por lo tanto, en el origen perfectamente contingentes (ligados por ejemplo, a una lengua particular, ¿Por qué si no, anotar como  m una masa?), terminan por llevar una verdadera carga ontológica: en la percepción del físico, E es  una energía, v es  una velocidad, etc. No es sino par estar seguros de ver la dificultad al aplicar una ley física, por elemental que sea, en cuanto se modifican las anotaciones convencionales: por ejemplo, un problema banal de electro-cinética que reposa en una simple ley de Joule, usualmente escrita V=RI, donde V es la diferencia de potencial, R la resistencia e I la corriente eléctrica, conduce a la mayor confusión si se nota V la corriente, I la resistencia y R la diferencia de potencial. Por otra parte, la jerga de trabajo del físico revela espontáneamente esa ontologización del signo: no es raro, ante una fórmula escrita en un tablero, escuchar al referirse a tal o cual letra; "esta cosa", "esta máquina", o incluso individualizarla como "este tipo" (donde la ambigüedad entre persona y signo,  prorrogando además la de la palabra  "carácter", es tan significativa como involuntaria).
Pero el nuevo modo de escritura de la física tiene por consecuencia igualmente, que esas combinaciones de signos, lejos de no representar sino una grabación codificada, una suerte de estenografía pasiva de las leyes del mundo, constituyen una verdadera máquina simbólica que pone estas leyes en obra. Así, el signo utilizado para las integrales (debido a Leibniz), como el signo empleado para las derivadas, no designan solamente a los seres matemáticos particulares, sino que reenvían en efecto a las operaciones de integración y de derivación ejecutadas para producir estos seres. Sin duda, podríamos hablar entonces de  tecnogramas. Hay en cada fórmula una mecánica algorítmica virtual, lista para ponerse en camino en todo momento entre las manos del físico que va a aplicarla a tal o tal situación concreta. Una ecuación no es un enunciado estático, un simple acto, sino que oculta una dinámica de computación (de resolución) siempre lista para producir nuevos resultados numéricos o conceptuales. Se podría ilustrar este punto con una comparación detallada entre las demostraciones de los Principia  de newton bajo su forma geométrica inicial y su formalización analítica moderna o, más elocuentemente aún, por el contraste entre la larga y ardua discusión verbal de la noción de velocidad  instantánea en Galileo y la escritura simbólica convertida en convencional que expresa de forma condensada, la definición formal de esta noción y, sin más automatiza prácticamente el cálculo.


El carácter sagrado de la física

A la revolución galilea que introdujo la matemática en el corazón de la conceptualización de la física, le sigue igualmente, una segunda revolución, la de la formalización de su escritura que es la única que dará su pleno sentido al programa galileo, con todo y apartándolo de su formulación inicial. Pero se revela aquí una paradoja que saca a la luz la complejidad de la relación entre ciencia y cultura. Porque esta nueva etapa sólo se atraviesa gracias al resurgimiento de antiguos elementos pertenecientes a la pre-historia de la ciencia moderna y de los que se podría haber creído que se habían vuelto caducos ante la ruptura galilea –por ejemplo, la concepción ideográfica, la escritura.
Podemos ciertamente pensar que la escritura alfabética hizo posible la ciencia (7) Por la separación  operada entre cosa y signo se habría permitido el trabajo de abstracción, de desasimiento de las apariencias sensibles que está en la base misma del conocimiento de tipo científico. Autorizando el acceso a una escritura común, fácil de enseñar, de practicar, de reproducir, se habría favorecido el intercambio de conocimientos y por lo tanto, su desarrollo. Es al menos uno de los elementos que se dan a veces como respuesta a la gran pregunta de J. Needham, al interrogarse sobre la razón de la emergencia en Occidente (Grecia/Islam/Cristiandad), y no en Chine, de la ciencia – en el sentido moderno del término. Hay una gran ironía entonces, al ver la noción arcaica de ideograma regresar a esta ciencia por la ventana de la escritura, cuando se la creía haberla visto salir desde el comienzo, por la puerta del pensamiento. Pero no nos sorprenderemos del papel jugado en este asunto por Leibniz, quien fue, se lo ha dicho, el más inventivo y el más fecundo creador de signos matemáticos: es de recordar su búsqueda de un “alfabeto de los pensamientos humanos"; esa "característica universal" con la que él soñaba. Se conoce también el vivo y explícito interés que da precisamente a la escritura china. Hay que precisar aún, que no se trata evidentemente, en este asunto, de un simple retorno a una ideografía antigua sino de una retoma específica y dinámica de su principio.
Y cómo no ver que, bajo su segundo aspecto, el de la operatividad, la escritura formalizada moderna de la ciencia física reconcilia tres antiguas tentativa, tales como la del Ars combinatoria, ilustrada en particular por las mecánicas algorítmicas adivinatorias de Raymond Lulle[7], en el siglo trece, de las que Leibniz se reclamaba además abiertamente. Por intermedio de Lulle, nos remontamos así a otro universo de pensamiento y de escritura, el de las lenguas semíticas, árabe y hebreo. En esas lenguas, se lo sabe, el estatuto de la letra es muy diferente de aquel al que estamos acostumbrados en las nuestras, indo-europeas, de alfabetos gréco-latinos. Sin duda no se ha prestado suficiente atención a esta influencia de las ciencias árabes en la forma de los conocimientos que produjo la revolución científica europea del siglo diez y siete, más allá de su contenido.
"El carácter de la lengua árabe tuvo por resultado desviar los conocimientos que se expresan en el sentido de un pensamiento analítico, atomístico, ocasionalista y apotegmático. Da lugar a pensar que esta "algebrización" es una suerte de "laicización nominalista". Las veintiocho letras del alfabeto árabe, además de su valor aritmético que se borra poco a poco ante el creciente empleo de las cifras Indias, poseen un valor semántico en la serie de las veintiocho ideas-clase que "jeroglifican" la Weltanschauung de los pensadores árabes. La época árabe es de este modo, el acontecimiento del razonamiento abstracto, el que "algebriza" por medio del alfabeto número: cada letra puede "poner en movimiento" el objeto cifrado por el número entero que ella simboliza, por medio de la suma de los elementos fraccionarios cuyo total reproduce ese número entero. Señalamos a este respecto la sorprendente "máquina para pensar los acontecimientos" construida por los astrólogos árabes bajo el nombre de zarja, estudiado por Ibn Khaldoun, imitado par Raymond Lulle en su Ars Magna, admirado incluso por Leibniz."(8)
La ausencia de notación de vocales en la escritura de las lenguas semíticas tiene por efecto relajar el lazo fonético entre escrito y palabra, lo que permite comprender que las letras (consonantes) estén investidas de un estatuto a la vez que simbólico, numérico esencial, conduciendo a prácticas exegéticas y adivinatorias literales (tal como la "gematria" hebraica). El impacto de estas concepciones en el pensamiento europeo del Renacimiento fue tan profundo como el del neo-platonismo, con el cual formaron una combinación explosiva. Más específicamente, se pueden seguir las huellas de la influencia de la Cábala hebraica de la Edad Media, vía la Cábala cristiana, con autores como Marsile Ficin y Pico de laMirandola (y, por otra parte en Europa, Jakob Boehme y Robert Fludd), y luego por supuesto, Giordano Bruno (9), y de con otros ciertos fundadores de la ciencia moderna (10). Un aspecto particular  merece ser mencionado; que nos concierne en primer lugar porque traduce claramente el impacto de esta antigua tradición pre-científica en uno de los aspectos más novedosos de la escritura matemática moderna. Entre los fundadores de la notación simbólica del álgebra tal como la conocemos, figura el matemático (y jurista) François Viète, contemporáneo del joven Galileo, quien será uno de los primeros en representar por letras, las magnitudes que figuran en las ecuaciones. Pero en Viète las consonantes quedaran reservadas para los coeficientes numéricos (conocidos), y las vocales para cantidades desconocidas y por lo tanto para calcular, es imposible no ver ahí un eco directo del estatuto de las letras de los alfabetos semíticos: Hoy cuando contamos con menos orientalistas eminentes que en la época de Viète, es difícil no observar su elección como una indicación del renacimiento de las lenguas semíticas: cada uno sabe que en hebreo y en árabe, sólo se dan las consonantes y que a partir de ellas, las vocales deber ser encontradas." (11).
Se requerirá más de un siglo para que esta literalidad regrese en la formalización de la física. Pero incluso en la fase inicial donde es "por figuras  movimientos" (Descartes) que se intenta descifrar el libro de la Naturaleza, la concepción cabalística ejerce su influencia. Así, Kepler podía escribir : "En efecto, juego con los símbolos y comienzo un libro llamado La Cábala geométrica, que trata de alcanzar las formas mismas que considero. Porque nada puede ser probado con símbolos únicamente, nada de lo que está oculto en la filosofía natural se alcanza con símbolos geométricos, a menos que se pueda mostrar con razones concluyentes que no se trata solamente de símbolos sino de una puesta en evidencia de los lazos entre las cosas y sus causas." (12).
Vemos jugar entre esta frase de Kepler y la de Galileo recordada al comienzo, el paso mismo de la ciencia moderna: allí donde para Kepler, el símbolo (geométrico por el momento) no tiene pertinencia sino si pone en evidencia la significaciones ocultas, lo que Kepler dijo suficientemente, queda tributario de concepciones esotéricas, en Galileo la figura se ve reducida al único estatuto de "carácter" formal. Le paradoja es que este giro esotérico, por eficaz que sea, será de algún modo tomado al revés por la formalización leibniziana que dará una carga realmente esotérica a sus símbolos. De todas formas, la ficción képleriana se genera por una incomprensión de la tradición cabalística, donde la figuración, por ejemplo, la clásica del diagrama de los Sephirots (figure 3), no juega más que un papel secundario:


"Aunque este diagrama comprende la correspondencia entre el alfabeto hebreo y los elementos, las estaciones, las partes del cuerpo, los días de la semana, los meses del año, etc., queda claro que el sistema está fundado menos en la forma del diagrama que en las secuencias y el sentido de las letras del alfabeto. La tradición aquí es mucho más literal, y quizá, más numérica que figurativa." (13).
Lo demuestra, por ejemplo, el extraño Libro de Raziel, con sus variaciones tipográficas que se considera reproducen una "escritura angélica" (figure 3).
En efecto, más allá del recurso a la letra, la pregnancia de la tradición hebraica se marca en el estatuto a la vez ontológico y dinámico que les es implícitamente dado. Esta concepción encuentra su expresión esencial en la idea cabalística según la cual las letras han sido a la vez, material e instrumento de la génesis del mundo (14). Ya presente en el Sepher Yetsira, esta idea es ampliamente desarrollada en el pasaje del Zohar que relata la creación del mundo con la ayuda de las letras que le pre-existen, y cuyo papel va a desprenderse de su fuerte carga de significación intrínseca:
"cuando el Santo bendito sea Él, quiso crear el mundo, las letras estaban encerradas. Y, durante los dos mil años que preceden a la creación, Él las contempló y jugó con ellas. Cuando Él se decide a crear el mundo, todas estas letras se Le presentaron. La primera en presentársele fue la letra Tav(T). "Maestro de los mundos, dice ella, ojalá quieras emplearme para crear el mundo, porque soy el sello (15) de tu Sello, que es la verdad (Emet). Tu mismo tienes por nombre, Verdad. Conviene a un rey comenzar por la letra de verdad y de Servirse de ella para crear el mundo. "El Santo, bendito sea, responde: "Eres digna y justa. Pero no eres apropiada para que sea a partir de ti que Yo cree el mundo. Y esto [porque] eres el sello de la muerte (Mavet). Tal como eres, eres inapropiada para comenzar la creación del mundo." La Tav se retira al instante. La letra CHin (Sh) se presenta y dice: "Maestro de los mundos, ojalá Quieras emplearme para crear el mundo, porque soy el comienzo de tu nombre Chaddaï y conviene crear el mundo con un nombre santo." Etc."(16).
La intención de este pasaje es la de comprender por qué la génesis comienza por la letra Beit- y no por Aleph, la primera; cuando todas las letras fueron eliminadas a su turno, en razón de sus connotaciones, hasta la Beit, que irreprochable queda aceptada:

"El Santo, bendito sea Él, le dice: "¡Cierto sí! Es contigo finalmente que Crearé el mundo, tu serás quien inaugure la creación del mundo." La letra Aleph se abstuvo de presentarse. El Santo, bendito sea Él, le dice: "¿Aleph, Aleph, por qué no te presentas ante Mi como todas las otras letras?" Aleph responde: "Maestro del mundo, vi todas las letras comparecer ante Ti sin resultado, ¿Qué iba a hacer yo entonces? Además, Tú has dado ese regalo precioso a la letra Beit, y no conviene que el Rey supremo retire su don que acaba de hacer para acordarlo a otro." El Santo, bendito sea Él, le dice: "Aleph, Aleph, en revancha del hecho que Crearé el mundo con la letra Beit, tú serás la primera de todas las letras en el alfabeto, No habrá unidad más que en ti, y serás también el comienzo de todos los cálculos y de todas las obras del mundo (17). Toda unificación reposará en la letra Aleph solamente." El Santo, bendito sea-Él, labra enseguida las letras de lo Alto y las pequeñas letras de lo bajo."(18).
Según palabras de Gershom Scholem:

"Dios grabó las letras y se fabricó una suerte de prototipo –el paradigma del mundo. Esta es una idea judía."
Esta idea, que hace del alfabeto "objeto absoluto", se la encuentra operando en la "ideología espontánea " (Althusser) del físico (teórico, en todo caso), donde el símbolo de una magnitud física es su esencia misma. La fórmula que enuncia una ley es la ley, y el escrito es un decreto. Cada vez que se enuncia la fórmula, se restablece la norma a la cual debe obedecer la Naturaleza. Si la mayoría de los grandes genios de la física tiene ciertamente el sentimiento del demiurgo de establecer las leyes de la Naturaleza más bien que de descubrirlas, esta convicción implícita permanece hasta en el más modesto investigador, que volviendo a copiar después de tantos otros una fórmula realmente mágica, hace que ésta se imponga en lo real.  Pero este gesto fundador y ordenador cuya letra es el agente, es el gesto mismo del Creador. Cómo un teórico moderno no quería reconocerse en ese retrato de sus predecesores –trazado por un  hombre de letras:
"Los antiguos cabalistas se confiaban a las palabras, a las sílabas, a las letras, esperaban la medianoche, donde el día agotaba su rigor, donde el espíritu tiene más fuerza y la carne menos vehemencia; encendían todas las lámparas entonces, de su habitación, la más silenciosa, y, el corazón henchido por el celo, la inteligencia expandida por el respeto, buscaban en los arcanos del alfabeto sagrado el modo de participar en el juego eterno que Dios juega con las esferas." (19).
Participar en el juego del mundo, en efecto. Pero si la escritura, también en la ciencia, se convierte en gesto de la creación, no se opera nada menos que una subversión completa de la metáfora galileana: muy simplemente, el Gran Libro de la Naturaleza no está ya nunca más allí, escrito "ante nuestros ojos" y pidiendo ser leído y descifrado. En adelante, somos nosotros quienes lo escribimos, tomando a la Naturaleza a la letra. 

Leyenda de las figuras[8]:

Figure 1: Un extrait du manuscrit de l'Oeuvre de Joseph Fourier, "Sur la propagation de la chaleur", mémoire présenté à l'Académie le 29 octobre 1809 [reproduit in I. Grattan-Guinness, Joseph Fourier, MIT Press, Cambridge(Mass.), 1972].
Nota Traducción: figura 1, no se encontró este manuscrito exactamente pero desde esta página y en gallica quizá el lector encuentre a su gusto, http://lewebpedagogique.com/josephfourier/

Figure 2: Un extrait d'un manuscrit de Galileo Galilei, Galileo's Notes on Motion (Supplemento agli Annali dell'Istituto e Museo di Storia della Scienza, Firenze,1979, fasc. 2). Fac-similé disponible sur internet: <http://galileo.imss.firenze.it/ms72/index.html>.
Nota Traducción: figura 2, ir a la fuente que el autor sugiere : http://galileo.imss.firenze.it/ms72/index.html

Figure 3: Une page du Livre de Raziel (Pays-Bas, XVIIe siècle), avec des caractères de l'"écriture angélique" [reproduit in Z'ev ben Shimon Halevi, La Cabbale, Seuil, 1980, p. 35]. 
Nota Traducción: figura 3, imposible de encontrar.

Notas pie de página del autor[9]:

1. - Ver Jean-Marc Lévy-Leblond, "Physique et mathématique", in Coll., Penser les mathématiques, Seuil, Paris, 1982.
Nota traducción: a falta del texto del autor, esta bibliografía del mismo, al menos. http://theuth.univ-rennes1.fr/biblios/theuth-levy-leblond.html
2. - Galileo Galilei, Il Saggiatore; traduction française de Christiane Chauviré, L'Essayeur, Les Belles-Lettres, Paris, 1980.
3. – Sobre el papel de Descartes en la historia de la simbolización matemática, y su lugar estratégico entre Viète y Leibniz, el bello artículo reciente de Michel Serfati, "Descartes et la constitution de l'écriture symbolique mathématique", Revue d'histoire des sciences, tome 51, 2/3, avril-sept. 1998, pp. 236-289.
Nota traducción: helo aquí en pdf. http://smf4.emath.fr/Publications/Gazette/2006/108/smf_gazette_108_101-118.pdf
4. – La obra de referencia clásica sobre la historia de las notaciones matemáticas es el maravilloso libro de Florian Cajori, A History of Mathematical Notations (2 vol.), Open Court, Chicago, 1929 (troisième édition, 1952).
5. -.Michel Blay, Les raisons de l'infini. Du monde clos à l'univers mathématique, Gallimard, Paris, 1993.
6. - Notemos no obstante, que asistimos a un potente retorno de la figura en el texto científico, en física sobre todo. No se trata solamente del desarrollo de técnicas de imaginería elaboradas que nos dan a ver los fenómenos tenidos hasta aquí por inaccesibles a nuestros ojos, tal como las configuraciones atómicas o el detalle de los astros lejanos. Es un verdadero resurgimiento del modo geométrico y figurativo que opera en el seno mismo de la teoría. Se encuentra una ilustración mayor al respecto, en el campo de la dinámica no lineal, más popularmente llamada física del caos, donde la representación de “atractores extraños” mariposa de Lorentz o camino de herradura de Smale, por ejemplo, juega un papel esencial, a la vez como herramienta conceptual y como ícono simbólico (incluso mediático)..
7. - Baudouin Jurdant, contribution à ce numéro; "The Role of Vowels in Alphabetic Writing", in Derrick de Kerckhove & Charles J. Lumsden (eds), The Alphabet and the Brain, Springer Verlag, Berlin, 1988, pp. 381-400; "La science, la parole et l'écriture", Apertura 9, 1993, pp. 120-131.
Nota traducción : un video al respecto.  http://www.canal-u.tv/video/universite_toulouse_ii_le_mirail/de_la_parole_a_l_ecriture_un_saut_dans_l_impersonnel_celan_benveniste_blanchot_f_dutrait.6204.  
Y el texto por escrito, de este video, aquí: http://www.europhilosophie.eu/recherche/IMG/pdf/Imperso_Dutrait.pdf
8. - R. Arnaldez, L. Massignon & A. P. Youschkevich, in Histoire générale des sciences (sous la dir. de R. Taton), t. 1: La science antique et médiévale, PUF, p. 460.
9. -.Voir l'étude essentielle de Frances A. Yates, Giordano Bruno and the Hermetic Tradition, Routledge & Kegan Paul, Chicago, 1964, en particulier les chapitres V ("Pico della Mirandola and Cabalist Magic") et XIV ("Giordano Bruno and the Cabala").
10. - Giorgio Israel, "Le judaïsme et la pensée scientifique: le cas de la Kabbale", in Les religions d'Abraham et la science, Maisonneuve et Larose, Paris, 1996, pp. 9-44; "Le zéro et le néant: la Kabbalah à l'aube de la science moderne", Alliage num.24-25 ("Science et culture autour de la Méditerranée"), automne-hiver 1995, pp. 21-28.
11. - C. Henry, "Sur l'origine de quelques notations mathématiques", Revue archéologique, vol. XXXVIII, 1879, p. 8 [cité par F. Cajori, op. cit., p. 183]. 
12. - Johanes Kepler, L'harmonie du monde, Blanchard, Paris, 1980.
13. - Derek de Solla Price, "Geometries and Scientific Talismans and Symbolisms", in Changing Perspectives in the History of Science (Essays in Honour of Joseph Needham), M. Teich and R. Young eds, Heinemann, 1973, p. 263.
14. - Gershom Scholem, Les grands courants de la pensée juive, Payot, 1994.
15. - "Le sceau", c'est-à-dire la lettre finale.
16. Le Zohar, trad. Ch. Mopsik, Verdier, 1981, p. 36.
17. -.Cómo no recordar aquí que Cantor elije la lettre Aleph como símbolo de los números transfinitos, que permiten un verdadero  cálculo del infinito?
18. -.op. cit., p. 39-40. 
19. -.Emmanuel Berl, Sylvia, Gallimard, Paris, 1952, p. 256. 
Nota Traducción: a pie de página están las notas que para este trabajo se encontraron. igualmente, todas las figuras fueron obtenidas por nosotros para este trabajo. no se conocen la figuras del texto original. 

Notas de traducción.


[1] NT: http://es.wikipedia.org/wiki/Ecuaci%C3%B3n_de_Schr%C3%B6dinger
[2] NT: http://alta.mathematica.pagesperso-orange.fr/e1.html
[3] http://galileo.imss.firenze.it/ms72/index.html
[4] NT : http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/rhs_0151-4105_1998_num_51_2_1323
[5] NT : http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/rhs_0151-4105_1995_num_48_1_1230_t1_0222_0000_2
[6] NT: Notemos no obstante, que asistimos a un potente retorno de la figura en el texto científico, en física sobre todo. No se trata solamente del desarrollo de técnicas de imaginería elaboradas que nos dan a ver los fenómenos tenidos hasta aquí por inaccesibles a nuestros ojos, tal como las configuraciones atómicas o el detalle de los astros lejanos. Es un verdadero resurgimiento del modo geométrico y figurativo que opera en el seno mismo de la teoría. Se encuentra una ilustración mayor al respecto, en el campo de la dinámica no lineal, más popularmente llamada física del caos, donde la representación de “atractores extraños” mariposa de Lorentz o camino de herradura de Smale, por ejemplo, juega un papel esencial, a la vez como herramienta conceptual y como ícono simbólico (incluso mediático).
[7] NT: http://es.wikipedia.org/wiki/Ramon_Llull
[8] NT: las figuras no están en el texto de referencia, desafortunadamente, las que aparecen fueron encontradas para esta traducción.
[9] NT: las notas que aparecen pie de página son nuestras. Intentando encontrar algo según el texto del autor. 


nota final: NT: es curiosa la asociación que se hace entre las formas de las constelaciones y la de las letras como origen de estas mismas.




martes, 28 de mayo de 2013

propuesta mayo 2013


propuesta mayo 2013

VIENE DE propuesta marzo 2013

buenos días.

Nuestra tarea sigue en curso.
Por el momento, trabajamos el texto de Jean-Claude MILNER, constelaciones 
reveladoras -en francés, en español, y el recorrido al que éste nos lleve.

Lo primero que hicimos fue preguntarnos quién es Jean-Claude MILNER, 
y para dar respuesta a esta pregunta, más que buscar bibliografías y 
lo que se dice de él, quisimos ir a la fuente: él mismo.
encontramos un vídeo  del que, si desean, 
podremos conversar, por SKYPE un día, pues, 
enseña también en lo que no dice tanto y más que en lo que dice, 
y lo que dice ya es bastante.

En lo que dice por ejemplo, se encuentra el "origen" actual, moderno, 
por decirlo así, de la violencia, en nuestro país y en otros..., 
una interpretación de una ideología que ha hecho mucho daño a la cultura.
En lo que dice por ejemplo está, la importancia del psicoanálisis
para la cultura y para la vida.
En lo que dice además, explica no pocas sinrazones del juicio que a Lacan, en la misma Francia, por franceses que desconocedores de la teoría y de su práctica han hecho daño al psicoanálisis y con él a la cultura y a la vida.


ok. fuera de esto, que está dicho y que pueden leer en la transcripción y la traducción de ésta, del vídeo podríamos aprender mucho más, en lo que, como dije antes, no está dicho, pero que se aprende con él: su posición en tanto que psicoanalista. ¡Ah!. ¡es todo un gusto!

en fin, continuamos, en la siguiente página de constelaciones, con los dos primeros párrafos de este precioso texto -texto que es pequeño realmente, solo 4 o 5 páginas, pero inmenso en su contenido-. estos dos párrafos, nos están llevando hasta por la física, no sin pasar por Lacan por supuesto, con quien querríamos incursionar inicialmente, en la noción de "lo dado a ver" primera noción que menciona JCM (jean-claude milner) en el segundo párrafo de su texto, para ésto hemos traducido dos lecciones de Lacan, del seminario XI o "de los conceptos fundamentales del psicoanálisis". Seminario al que querría que le dedicáramos tiempo, igual por SKYPE, si osan, en este caso, sería quincenal, una reunión de alguna hora y media, para conversar sobre lo que allí leemos, si este es el caso, traduzco desde la primera lección..., espero sus respuestas al respecto.

En estas dos lecciones de Lacan, ya traducidas, la 5 y la 6, ya.... dice..... uffff!!!, montón de cosas importantes que tienen que ver con el análisis, con el punto de encuentro en el análisis, con el fantasma fundamental, la repetición, el goce, el principio del placer, pero más importante aún, LO REAL, y con éste, la distinción que habría que hacer en la transferencia, de la repetición como manifestación de lo real y de lo real en sí, digamos. Podría decirse que transferencia es a realidad, lo que fantasma es a real. 

ok. poco a poco iremos incursionando más aún en estos asuntos, si osan.

siguiendo el texto de JCM entonces, los dos primeros párrafos, nos han llevado por las vías de entender, la diferencia entre la lectura de la realidad previa a Galileo, y la postgalileana. Punto de suma importancia, dado que, estando atravesados como estamos por el discurso que nos pre-existe, no tengo dudas en que también por la lectura de la realidad propia de la edad media y de los antiguos, de modo que, este sería parte del trabajo a realizar por todos, de aquello de hacer consciente lo inconsciente. No todo lo que nos ocurre, se nos ha ocurrido a nosotros, más bien ha ocurrido y nos ha atravesado si que apenas ni nos demos cuenta.

Además, enterarse de lo que tanto se nos ha dicho pero poco hemos leído, porque las obras no están dispuestas y, cómo habrían de estarlo si Galileo fue puesto bajo inquisición por osar hacia 1623, justo a causa de su libro el ensayista o ensayador, en fin traducciones mal hechas aún, Il Saggiatore, que es una respuesta a un sacerdote llamado Gramssi si no recuerdo mal, que habla sobre la lectura de la realidad a la manera de la edad media sin saberlo, y que es ocasión para Galileo hacer sus pertinentes anotaciones que cambiarían el destino de la humanidad, y a partir de las cuales se funda la física moderna.

ya esto lo hemos escuchado, así mismo como haber escuchado que la revolución de Freud es semejante a la copernicana que no es de copérnico y que mayor revolución es la de galileo, pero que... de unas y otras revoluciones quizá ahora podamos comenzar a enterarnos... . 

A falta del libro de Galileo que parece seguir siendo quemado por la inquisición pues no se encuentra gratis en internet, a pesar de sus 386 años ya, y que por ley todo libro que tenga 100 años o más debe estar disponible para todos, ¡aún no se encuentra!. ok, a falta de este libro, estoy traduciendo la intervención de un físico quien nos cuenta justamente sobre lo que, más allá de teorías y demás que como dije antes, cambiaron la historia, hay un punto de suma importancia, punto que Lacan Plantea desde sus primeros seminarios, incluso primera lección del seminario 1, y que aplica al psicoanálisis, y es la cuestión del lenguaje, del modo de decirlo, de la matematización del psicoanálisis, etc... dato de suma importancia pues dice de cómo hacer posible, el acceso a la palabra, por nosotros, de ese real tan difícil de atrapar, de ese real que se escabulle aunque está presente a todo instante.

Bien, por aquí vamos, a la fecha de hoy.

si tienen alguna intervención, cualquiera sea: preguntas, correcciones a frases, aportes escritos o, etc, así como su horario en el que está dispuesto a trabajar en estos asuntos teóricos por SKYPE, o en casa en el consultorio en grupo y a horas para todos posibles, con gusto las espero por el email: di1version@gmail.com

de ustedes,
Margarita Mosquera.
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